Eva Perón (1919-52) La musa inagotable

Musa inspiradora en lo político y ejemplo de ardor en la promoción de la justicia social, Eva Duarte de Perón fue y es también referencia literaria permanente. Por cierto, no siempre para recordarla con amor. Ella fue
ensalzada en múltiples obras y duramente cuestionada en otras tantas. Lo mismo que el líder del movimiento que trastrocó los destinos de la patria desde su irrupción desde el filo de la primera mitad del siglo XX.

Un recurso habitual de los opositores a Evita, durante las décadas en las que el país sufrió dictaduras o la proscripción de dirigentes populares, fue la lisa y llana tergiversación de distintos tramos de su breve pero intensa trayectoria vital.

Hoy, a 40 años de recuperación de la democracia, se multiplican los análisis y estudios académicos sobre aquel período y sus protagonistas. Lo cual permite revalorar los aspectos positivos y los controvertidos
hasta concluir en un balance (aún abierto) sobre una figura clave de nuestra identidad nacional.
En un nuevo aniversario de su desaparición física, el 26 de julio de 1952, Eva persiste en el recuerdo de multitudes. A esa memoria contribuye el rescate de variados homenajes poéticos, de los cuales se citan a continuación unos pocos fragmentos. Sólo con la intención de aportar una dimensión de su recuerdo aunque, desde luego, no sea la única posible.

1. Una oración para Evita, de Raúl Bustos Fierro

¡Siempre estás con nosotros! (…) / ¡En el pan y en el techo / con que curaste angustias / del que no tuvo nada; / en el pañuelo tibio / que recogió en tus manos / las silenciosas lágrimas / largamente lloradas! /
En la limpia sonrisa / en que cambiar lograste / el milenario rictus / de rostros de dolor; / en la infinita estela / que en la Tierra dejaste / de tu infinito amor!

2. Dos elogios y dos comentarios, de Fermín Chavez

Eva Perón, señora, es harina del pueblo, / harina y miel del pueblo de esta dulce Argentina. / Eva Perón, señora, tiene a Dios en sus manos, / en sus manos habita el ángel de la harina. / Eva Perón, señora, es una
brasa joven / Que se queda hasta el alba para encender el día. / Eva Perón, señora, tiene el corazón claro, / corazón al alcance de tu mano y la mía.

3. Eva Perón, de Rolando Dorcas Berro

No descansa tu espíritu, batalla / con más bríos que nunca, aún concita / el eco de tu voz, que a veces / era un torrente implacable de justicia (…) / No precisa laureles tu cabeza: / fue un meteoro, el más raudo y
más certero / y seguirá su borbotón radiante / de América cruzando el firmamento. / No necesitas mármoles, ni bronces, / para ser venerada por tu pueblo: / ¡tu imagen se ha grabado en sus entrañas / con el cincel
de tu pasión de fuego! (…) / En t us largas vigilias febricientes /desfilaban los ranchos y tugurios, / tenías la obsesión caritativa, / mitigaste el dolor, callando el tuyo.

4. Canción elemental , de José María Fernández Unsaín

Mujer bandera, con la voz del viento, / alzando entre los ángeles su altura. / Esta mujer que es fruto y es semilla, / que es jugo en la raíz, penumbra y faro. / para poder decir su nombre clro, / levanto la palabra maravilla. / Miradla como está, leve y hermosa, / seda en la piel y trigo en el cabello / y en los ojos oscuros el destello / por el que bautizamos la rosa.

5. Muerta en inmenso amor, de María Granata

De la humildad tomaste nueva vida / y al amor diste una unidad de amores. / Triste luz obscurece los colores. / La eternidad te da su bienvenida.

*Por Daniel Víctor Sosa * Especial para El Informador  //Autor del libro EL MONSTRUO Y LA FIESTA, barricadas peronistas y opositoras allá lejos y hace tiempo (Ediciones Ciccus, 2023), de donde se extrajeron estos fragmentos.